¿Qué son los meniscos? Mecanismo, utilidad y beneficios, síntomas de lesiones, prevención de lesiones, cómo cuidarlos.

17 de abril de 2020
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Componentes de la rodilla

[vc_row][vc_column][vc_column_text]La rodilla es la articulación más grande del cuerpo y una de las más complejas. Al ser usada con tanta frecuencia es  vulnerable a sufrir lesiones. La rodilla está formada por muchas partes diferentes pero hoy hablaremos de los meniscos.[/vc_column_text][insignia_section_heading title=»¿Qué son los meniscos?» subtitle=»» add_icon=»» font_weight=»default» sub_font_weight=»default»][vc_column_text]

Los meniscos son unas estructuras fibrocartilaginosas en forma de cuña con un elevado contenido de agua, situadas en la articulación de la rodilla entre el fémur, la tibia y la rótula. Son fuertes y elásticos, lo que le permiten absorber el impacto entre las superficies óseas (fémur y tibia), acolchar la articulación y darle estabilidad.[/vc_column_text][insignia_section_heading title=»Utilidad y beneficios de los meniscos» subtitle=»» add_icon=»» font_weight=»default» sub_font_weight=»default»][vc_column_text]La principal causa es la exposición al frío. Puede aparecer tras una respuesta anormal del cuerpo a las bajas temperaturas, en combinación con una pobre irrigación del flujo sanguíneo de nuestra piel.

En cualquier caso, las terminaciones sanguíneas en algunas zonas, como pies u orejas, son tan pequeñas que también pueden aparecer aunque no se tengan problemas circulatorios.

Los meniscos están diseñados para mejorar la función articular, nos los podemos imaginar cómo almohadillas que amortiguan el peso de todo el cuerpo en esta articulación. De esta manera obtenemos mucha más eficiencia en el reparto de presiones. Como ya hemos hablado nos proporcionan una gran estabilidad y juegan un papel fundamental en la mecánica articular.

Las rodillas soportan grandes presiones y fuerzas constantemente, cuándo saltamos, corremos o practicamos algún deporte. Los meniscos son realmente importantes protegiendo la articulación, estabilizándola y mejorando su movilidad. Así pues, las  principales funciones de los meniscos son:

  • Distribución de cargas. La forma de las fibras que conforman los meniscos permiten transmitir el 50% de las fuerzas de compresión en extensión, y hasta un 90% en flexión de rodilla.
  • Absorción del choque articular. Amortiguan durante un movimiento cadencial como por ejemplo la marcha. Tienen capacidad de absorber casi el 20% de las ondas que producen estos choques.
  • Dar estabilidad articular. La forma cuneiforme de los meniscos y su capacidad elástica proporciona un estabilidad extra a la articulación, además de la proporcionada por los ligamentos (principalmente cruzados) y la musculatura (en especial cuádriceps e isquiotibiales).
  • Lubricación articular. Como tienen un alto contenido acuoso y debido a la distribución de sus fibras contribuye a que haya un mejor deslizamiento articular.
  • Reducción fuerza de rozamiento. El elevado contenido de agua también influye en reducir la fuerza de rozamiento
  • La disminución de la fuerza de rozamiento y la mejora de la congruencia articular influye positivamente en la movilidad de la rodilla.
  • Proporciona propiocepción. Participa en la percepción sensitiva propioceptiva de la articulación, esto quiere decir que nos ayuda a recibir información rápidamente de la estructura a través del sistema nervioso.

[/vc_column_text][vc_single_image image=»3261″ alignment=»center»][insignia_section_heading title=»Síntomas en caso de lesión de menisco» subtitle=»» add_icon=»» font_weight=»default» sub_font_weight=»default»][vc_column_text]Puedes sentir un sonido como si explotara una burbuja en el caso de que se desgarre el menisco. La mayoría de las personas pueden caminar con el menisco lesionado, incluso muchos deportistas siguen jugando con roturas de menisco. No obstante, después de 2 o 3 días la articulación se inflamará notablemente y adquirirá rigidez.

Los síntomas más comunes son:

  • Dolor
  • Rigidez e inflamación
  • Incapacidad de flexionar o extender la rodilla. (inmovilización)
  • Sensación interna de colapso.
  • Incapacidad de mover la rodilla en el rango completo de movimiento.
  • Fallo articular o crujido.

[/vc_column_text][insignia_section_heading title=»¿Cómo prevenir lesiones en los meniscos?» subtitle=»» add_icon=»» font_weight=»default» sub_font_weight=»default»][vc_column_text]

  • Es necesario realizar ejercicio regular para mantener una buena movilidad y la fuerza de la rodilla.
  • Evitar posturas agresivas para la rodilla. Como sentadillas profundas o posición de cuclillas.
  • Hacer ejercicio moderado con cuidado de no forzar la articulación, sobre todo cuando se noten molestias.
  • Evitar tomar antiinflamatorios para ocultar molestias, dolores e inflamaciones. Tenemos que comprender que el dolor y la molestia es un sistema de alarma del cuerpo que nos permite detectar, por ejemplo, cuando nos estamos pasando con alguna actividad física.
  • Mantener fuerte y elástica a musculatura delos cuádriceps y de los isquiotibiales. Si los músculos no trabajan de manera correcta toda la carga se la llevará la rodilla y esto deteriorará los meniscos.
  • Adoptar una buena posición en la espalda. Ya que un desequilibrio postural en la columna vertebral puede hacer que trabajemos con un mal reparto de fuerzas que afecte directamente a la eficiencia de la rodilla.
  • Cuidar la alimentación. Importante para todo el sistema osteomuscular. Una alimentación alcalinizante nos permitirá mejorar nuestro riego sanguíneo y con esto mantener en buen estado nuestra articulaciones durante más años.

[/vc_column_text][insignia_section_heading title=»Consejos» subtitle=»» add_icon=»» font_weight=»default» sub_font_weight=»default»][vc_column_text]Ante cualquier tipo de molestia o lesión en la rodilla acudir al especialista. Los fisioterapeutas están cualificado para tratar, rehabilitar y poner en pleno rendimiento tu rodilla. No dudes en consultarnos estaremos encantados de ayudarte.

Dr. Sergio Calle Moreau

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