La salud no depende siempre de la medicina tradicional, en ella influye de manera muy directa la Fisioterapia ofreciendo importantes beneficios para la salud. Es una alternativa terapéutica natural, no farmacológica que puede ser una gran aliada a la hora de prevenir, diagnosticar o tratar las diferentes patologías.

La palabra fisioterapia proviene del griego PHYSIS, que quiere decir naturaleza, y THERAPEIA, que quiere decir tratamiento. Para simplificarlo y entender de manera más clara, podemos incluir dentro de la fisioterapia todo aquello que utilice medios físicos para mejorar la salud.

La fisioterapia se sirve de innumerables técnicas adaptadas a cada paciente para desarrollar, mejorar y mantener la funcionalidad del cuerpo, es decir,  podemos acudir a los servicios del fisioterapeuta si no existe patología por ejemplo con el objetivo de mejorar nuestro rendimiento o prevenir enfermedades o lesiones, y si existe patología para mejorar nuestro estado de salud.

Hay que destacar que la fisioterapia solo puede llevarse a cabo por un fisioterapeuta titulado tras cuatro años de formación universitaria. Ésta es la única manera de asegurar un servicio de calidad y fiable. Un buen fisioterapeuta no sólo se limita al uso de las técnicas, sino que va mucho más allá. Es capaz de hacer su propia evaluación del paciente y determinar un plan de acción personalizado que le resulte más favorable en un corto plazo. Debe poseer un amplio conocimiento global sobre el ser humano, a fin de lograr el trato adecuado y los mejores resultados. La herramienta principal de un fisioterapeuta, como profesional sanitario, son sus manos, para prevenir, curar, recuperar y mejorar.

Como ya hemos hablado la fisioterapia no es un tratamiento exclusivo para aquellos pacientes que hayan tenido una lesión o dolor. También debemos utilizarla para mejorar nuestra salud, mantenerla o prevenir lesiones. Todo ello tiene en común una cosa, nos ayuda a mejorar nuestra calidad de vida.

La fisioterapia puede ser de gran ayuda en diferentes ámbitos:

1. Actividades deportivas

Al practicar deporte de manera profesional o por ocio, podemos sufrir lesiones por el uso del cuerpo. Como ya hablamos en algún artículo de esta página, sabemos de sobra que la actividad física es notablemente positiva para nuestro organismo y para nuestra calidad de vida. Aun así las lesiones pueden seguir presentes. La fisioterapia te ayuda a fortalecer las zonas de tu cuerpo más susceptibles a lesiones, previniéndote de éstas, y te ayuda a tratarlas con bastante efectividad. En la mayoría de los casos, con más efectividad que los tratamientos farmacológicos.

2. Prevención y tratamiento de lesiones laborales

Como ya sabemos, el trabajo puede llegar a ser bastante estresante y eso no le suele venir muy bien a nuestros músculos creando tensiones musculares, entre otras cosas. También en la vida laboral es muy frecuente el uso repetitivo de una determinada estructura corporal para realizar muchas veces una acción como por ejemplo teclear en un ordenador, destornillar, limpiar, etc.

Todo esto se puede tratar con la fisioterapia y también se puede prevenir atendiendo a la ergonomía dentro de tu puesto de trabajo y mejorando los gestos para que sean más eficientes y dejen de ser lesivos.

3. Molestias del día a día

Durante nuestra vida llevamos a cabo diversas acciones para relacionarnos con el medio que a menudo desemboca en un problema, la fisioterapia puede ser la mejor alternativa para tratar estos problemas, muchas veces por delante delos fármacos.

4. Patologías neurológicas

Las lesiones neurológicas provocadas por traumatismos craneoencefálicos, Enfermedad de Parkinson o parkinsonismos, Esclerosis múltiples o cualquier otro motivo, pueden tratarse con fisioterapia. Evidentemente, la fisioterapia ayudará a mejorar algunos parámetros de la lesión y obviamente el tratamiento deberá llevarse en conjunto por un equipo multidisciplinar (neurólogos, fisioterapeutas, psicólogos, …)

5. Intervenciones quirúrgicas

Tras intervenciones quirúrgicas, siempre se produce algún desorden que debe volver a equilibrarse. Hay muchos aspectos que debemos tratar tras una operación, entre ellos podemos incluir las cicatrices, las restricciones internas, la movilidad y funcionalidad de los órganos y articulaciones, etc.

6. Secuelas de otras patologías

Por ejemplo tras un vaciado ganglionar a causa de un cáncer, la capacidad funcional del sistema linfático se ve bastante reducida. Aquí la fisioterapia tiene un papel clave junto a las mangas y medias compresivas linfáticas. Mediantes masajes y drenajes linfáticos, conseguimos aportar un dinamismo mayor al circuito linfático que evite estancamientos del líquido proteico y edemas que pueden llegar a ser bastante molestos.

7. Patologías Cardiovasculares

Cuando aparece un ataque cardíaco u otros tipos de enfermedades cardiovasculares, es necesario acudir a la rehabilitación cardíaca. Ésta consta de un programa personalizado de ejercicios y educación que mejora la función del sistema cardiovascular, recuperando mucha de la capacidad perdida.

8. Patologías respiratorias

Es empleada sobre todo para desobstruir las vías respiratorias por la formación excesiva  de moco, pero también se utiliza para aumentar la cantidad de aire que entra a los pulmones, mejorar la actividad muscular dentro del proceso respiratorio y elastificar los tejidos mejorando así la función.

Acude al fisioterapeuta

Como puedes ver, la fisioterapia puede resultar más que una alternativa para nuestra salud.
De manera integral y complementaria, nos ayuda a que el organismo mantenga su propio equilibrio, previniendo enfermedades y cualquier tipo de dolencia.

Si te decides a recurrir a este tratamiento natural, en tan sólo unas cuantas sesiones podrás notar la diferencia. En caso de que padezcas dolencias físicas, no hay mejor opción para el tratamiento de lesiones musculares o de las articulaciones.

A través de sus novedosas técnicas, podrás corregir la postura, el sistema cardio-respiratorio hasta mejorar tu movilidad, cualquier tipo de desorden que pueda afectar a tu organismo, aunque no lo creas, puede ser atendida con efectividad por la fisioterapia.

El tratamiento para el dolor de espalda depende de qué lo esté causando y qué tipo de dolor tenga, aunque principalmente debe tratarse con un tratamiento físico y ejercicios terapéuticos, todo llevado a cabo por su fisioterapeuta.

Consejo

Ante cualquier tipo de molestia o lesión, ya no solo muscular sino de funcionalidad debemos acudir al especialista. Los fisioterapeutas están cualificado para tratar, rehabilitar y poner en pleno rendimiento su musculatura. No dudes en consultarnos estaremos encantados de ayudarte.

Dr. Sergio Calle Moreau