[vc_row][vc_column][insignia_section_heading title=»Estructura de la espalda» subtitle=»» add_icon=»» font_weight=»default» sub_font_weight=»default»][vc_column_text]La columna vertebral es un conjunto de 30 huesos dispuestos uno tras otro denominados vértebras. La columna está dividida en varias secciones: columna cervical, columna dorsal, columna lumbar y sacro.
La columna cervical tiene 7 vértebras y forma el cuello. Las vértebras torácicas, parte de la columna dorsal, son 12, se encuentran unidas a las costillas y conforman el tórax. La columna lumbar tiene 6 vértebras, es la que soporta el mayor peso de la columna y llegan hasta el sacro. Las articulaciones que presenta la columna lumbar permiten agacharse, rotar y girar a la altura de la cintura. El sacro puede tener un número variables de vértebras, pero lo normal es que sean 5. La diferencia es que en el sacro estas vértebras se encuentran fusionadas entre si y no tienen movilidad una con respecto a la otra.[/vc_column_text][insignia_section_heading title=»10 verdades sobre el dolor de espalda» subtitle=»1. El dolor de espalda es común» add_icon=»» font_weight=»default» sub_font_weight=»default»][vc_column_text]
El dolor de espalda es uno de los problemas de salud más comunes y afecta al 80 % de la población en algún momento de sus vidas. Puede ser muy doloroso y te preocupa pero rara vez es peligroso. Es igualmente común en todos los grupos de edad. El dolor puede variar desde un dolor sordo, constante, hasta un dolor repentino e intenso. Un dolor agudo aparece repentinamente y suele durar días o semanas, mientras que un dolor crónico es cuando dura más de 3 meses.
La unión del músculo al tendón se llama unión miotendinosa y la que une el tendón al hueso se denomina entesis. El tendón se encarga de transmitir las fuerzas generadas por el músculo al hueso para llevar a cabo el movimiento de éstos.
[/vc_column_text][insignia_section_heading title=»» subtitle=»2. La espalda no es tan vulnerable al daño como piensas» add_icon=»» font_weight=»default» sub_font_weight=»default»][vc_column_text]La mayoría de la población piensa que la columna es débil y necesita protección, pero esto no es así. Los estudios científicos han demostrado que las vértebras y estructuras relacionadas con la columna no se dañan fácilmente. No obstante, esto ha llevado al miedo, sobreprotección, evitación y discapacidad.[/vc_column_text][vc_single_image image=»3284″ alignment=»center»][insignia_section_heading title=»» subtitle=»3. Las pruebas por imagen son rara vez necesarias y pueden ser contraproducentes» add_icon=»» font_weight=»default» sub_font_weight=»default»][vc_column_text]Las pruebas de imagen como pueden ser las radiografías o resonancias son necesarias sólo en caso de patología grave, como cáncer, fractura o infección, que es solo un 1% de los casos. Muchas veces podemos encontrar signos diagnósticos de hernia de disco, por ejemplo, en una prueba de imagen y que el paciente no muestre ni un solo síntoma.[/vc_column_text][insignia_section_heading title=»» subtitle=»4. La espalda está diseñada para doblarse y levantar peso» add_icon=»» font_weight=»default» sub_font_weight=»default»][vc_column_text]Éstas son unas de las funciones principales de la columna vertebral y al igual que una persona puede tener una rodilla dolorida tras una actividad a la que no esté acostumbrada, también puede haber dolor de espalda cuando levantamos algo de mala manera o hagamos algo a lo que no estemos acostumbrados. La clave está en estudiar el movimiento, practicarlo y dejar que el cuerpo se acostumbre a las diferentes cargas.[/vc_column_text][insignia_section_heading title=»» subtitle=»5. Puede haber dolor de espalda sin daño o lesión» add_icon=»» font_weight=»default» sub_font_weight=»default»][vc_column_text]Igual que antes comentamos que podía haber daño estructural sin haber dolor, también puede ser al contrario, puede haber dolor sin presentar daño o lesión. Esto es debido ya que el dolor se puede activar por muchos factores: físicos, psicológicos, estilo de vida, vida social, etc. Esto significa que podrías sentir más dolor cuando te mueves o tratas de hacer algo, aunque no estés dañando tu espalda.[/vc_column_text][insignia_section_heading title=»» subtitle=»6. No se debe tratar con reposo ni hay que tener prisa para operarse» add_icon=»» font_weight=»default» sub_font_weight=»default»][vc_column_text]Permanecer en cama por más de uno o dos días puede empeorar el dolor. Hay una fuerte evidencia científica de que mantenerte activo y volver a todas las actividades habituales de forma gradual es importante para la recuperación. La opción quirúrgica debe ser siempre la última opción, ya que es bastante agresiva y en la mayoría de los casos una opción que incluya ejercicio y actividad irá muchísimo mejor.[/vc_column_text][insignia_section_heading title=»» subtitle=»7. El ejercicio es bueno para el dolor de espalda» add_icon=»» font_weight=»default» sub_font_weight=»default»][vc_column_text]El ejercicio es bueno para tu dolor de espalda. Mucha gente le tiene miedo pero lo cierto es que está comprobado mediante investigación que es realmente beneficioso. El mejor ejercicio es el que tú más disfrutes y sería ideal realizar más de 30 min al día. No obstante, cualquier cantidad de tiempo que puedas realizar será positiva.[/vc_column_text][vc_single_image image=»3285″ alignment=»center»][insignia_section_heading title=»» subtitle=»8. Medicinas potentes no tienen potentes beneficios» add_icon=»» font_weight=»default» sub_font_weight=»default»][vc_column_text]Los estudios han demostrado que los analgésicos más potentes no proporcionan más alivio ni mejora que otras opciones más simples, y de hecho tiene más potencial para ser dañinos para nuestro organismo. Es por esto que el tratamiento físico y la actividad física será nuestra primera opción.[/vc_column_text][insignia_section_heading title=»» subtitle=»9. Ten cuidado con las compras por internet» add_icon=»» font_weight=»default» sub_font_weight=»default»][vc_column_text]No te debes fiar de cosas que no han sido estudiadas todavía. En internet se suelen aprovechar de las modas y problemas de la gente. Es por eso que si compras cosas que no estás seguro de su eficacia, estás tirando potencialmente tu dinero. Y lo más importante, no te puedes desanimar si no consigues resultado con un método del que no conoces su eficacia.[/vc_column_text][insignia_section_heading title=»» subtitle=»10. El dolor de espalda puede mejorar» add_icon=»» font_weight=»default» sub_font_weight=»default»][vc_column_text]Por supuesto, te puedes lesionar la espalda, pero ten confianza en que mejorará. La mayoría de los dolores de espalda desaparecen espontáneamente, aunque pueden demorar algún tiempo. Si el dolor de espalda es severo o no mejora al cabo de tres días, debe llamar a un fisioterapeuta. También debe buscar atención médica si presenta dolor de espalda después de una lesión.
El tratamiento para el dolor de espalda depende de qué lo esté causando y qué tipo de dolor tenga, aunque principalmente debe tratarse con un tratamiento físico y ejercicios terapéuticos, todo llevado a cabo por su fisioterapeuta.[/vc_column_text][insignia_section_heading title=»Consejo» subtitle=»» add_icon=»» font_weight=»default» sub_font_weight=»default»][vc_column_text]Ante cualquier tipo de molestia o lesión en la espalda acudir al especialista. Los fisioterapeutas están cualificado para tratar, rehabilitar y poner en pleno rendimiento su musculatura. No dudes en consultarnos estaremos encantados de ayudarte.
Dr. Sergio Calle Moreau
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